lunes, 13 de diciembre de 2010

UNA VALLESA MÁS

Otra excursión por la Vallesa, esta vez acompañado de David para darle a conocer la última visita a la zona y el descubrimiento de las nuevas sendas y divertidas trialeras.


Una vez más, el frío nos hace retrasar un poco la hora de salida y vamos rodando suave para entrar en calor. Salimos de Paterna y por un momento dudamos de coger la ruta fluvial o alcanzar el Polígono Fuente del Jarro para variar, aunque finalmente nos decidimos a circular por la ruta original.


Una vez en el río y comentando nuestras cosas, alcanzamos el desvío de la Vallesa, casi sin darnos cuenta. Una vez allí, seguimos el trayecto de la última vez, con el fin de grabar en la memoria un recorrido base, sabiendo que hay innumerables alternativas por la zona para todas las opciones que queramos tomar, en función del tipo de terreno que queramos hacer,o bien subidas con gravilla o por el contratrio, entrenar un poco la técnica en sus innumerables trialeras, o simplemente pasear y descubrir nuevos retos como es el caso del día de hoy.

Atravesamos la Vallesa y nos acercamos hasta Entrepinos dónde aprovechamos una zona de recreo para niños sin inaugurar para reponer fuerzas. Tras una breve pausa, deshacemos lo rodado y volvemos sobre nuestros pasos.

Al igual que en la anterior ocasión, regresamos hasta el Mirador y transitamos por sus mini-sendas con la intención de llegar a Despeñaperros y esta vez descender sin parar ni una sola vez.

Después del último día, con las ideas y los ánimos más claros, consigo mi propósito y hago toda la bajada del tirón, con David como reportero para inmortalizar el momento.

Y para muestra un botón...




Al final 30 kilómetros más que se suman en nuestro saldo, en este año que está a punto de despedirse.

¡ Hasta la próxima !

martes, 7 de diciembre de 2010

NO SOLO DE BICI, VIVE EL HOMBRE

Aprovechamos la llegada de las primeras nieves por las cercanías de Valencia para dar a conocer tan blanco y frío elemento al integrante más joven de la familia. Iván lleva tiempo diciendo que quiere conocer la nieve y aprovechamos la festividad del Día de la Constitución para pasar unos días en la provincia de Cuenca en casa de unos amigos, concretamente en la localidad de Casillas de Ranera.
Salimos el sábado después de comprobar el estado de las carreteras y las previsiones meteorológicas, ya que nos han advertido de las condiciones que nos esperan, mucho frío y con un poco de suerte se mantendrá la nieve que ha caído días atrás.
Conforme nos adentramos en la comarca de Utiel-Requena el frío se hace más que patente y comenzamos a ver restos de nieve en los campos que rodean la autovía A-3. Cuando el sol se pone, la temperatura baja de forma brusca y llegamos a los -4º C.
Tras una calurosa bienvenida, con leña suficiente para todo el puente incluida, cenamos y mientras los peques se van a la cama, el resto aprovechamos para contarnos nuestras batallitas ya que hace tiempo que no coincidimos y también tenemos actualizaciones pendientes.

El domingo amanece con mal tiempo, muy nublado y con las temperaturas por los suelos aunque hay que reconocer que el frío es más llevadero que por Valencia puesto que la humedad juega un papel muy importante. Decidimos adentrarnos un poco más hacia el interior buscando la anhelada nieve y nos dirigimos a la población de Cañete, a unos 50 km de dónde nos encontramos.

La jornada nos da para disfrutar con los peques de sus energías inagotables y entre batalla de bolas de nieve y muñecos pasamos la mañana hasta la hora de la comida.

Regresamos a casa por la tarde, apurando el puente festivo y volvemos a casa para acabar de pasar un agradable y divertido fin de semana.


¡ Hasta la próxima!

lunes, 29 de noviembre de 2010

CIRCUITO VALLESA CLÁSICA


Y yo que creía que conocía la Vallesa, nada más lejos de la realidad. Ya se está convirtiendo en todo un clásico y es que para las salidas cerca de casa y con poco tiempo es todo un comodín.



Después de un intento frustrado de abordar la Vía Verde de Ojos Negros y la cancelación de los planes a última hora, me quedo solo ante el peligro y decido afrontar la jornada para inspeccionar un poco el terreno y buscar caminos alternativos por la zona.



El día amanece según las previsiones con mucho frío y con nubes que no presagian nada bueno, pienso que va a ser la tónica habitual a partir de ahora, dadas las fechas en las que estamos. Después de abrigarme mucho salgo de casa en dirección a mi destino. Cuento con la ventaja que dispongo del tiempo suficiente para tomarlo con calma y dedicarme a observar bien las diferentes alternativas que se presentan en tan variopinta zona.



La intención es pasar por parte del recorrido que se hizo en la Marcha de la Cañada y tramos ya conocidos y recorridos en otras ocasiones aunque algunas veces los hacía en sentido contrario y me costaba un poco orientarme. En algunos puntos, me toca volver sobre mis propios pasos porque no voy por el camino correcto o porque es una senda sin salida.


Finalmente logro orientarme y los caminos empiezan a resultar familiares. Tomo como referencia la valla de la finca privada de los Condes de Trenor y la recorro en sentido ascendente, dejándola siempre a mi izquierda hasta llegar a una puerta por dónde salimos a la Cañada a la altura de la estación de tren que lleva por nombre La Vallesa, como no podía ser de otra manera.


Hago un alto en el camino a la altura del punto dónde se hizo el avituallamiento en la marcha y aprovecho para tomar un poco de fruta. A pesar de ir abrigado y debido a que el aire entra dentro de la ropa por algún sitio, el sudor se enfría y acabo con mucho frío, nada que no soluciones una buena ducha de agua caliente.



Mientras descanso un poco, llegan hasta allí un grupo de bikers bastante numerosos, charlando animadamente que me saludan mientras se adentran en la Vallesa por el mismo sitio por dónde yo he pasado hace tan sólo unos minutos.


Después de dar buena cuenta de mi almuerzo me reincorporó de nuevo, siguiendo el camino que recuerdo y que me lleva hasta el mirador. Después de mucho tiempo, decido adentrarme por las sendas y trialeras que quedan a la izquierda del mismo y que hace años que no hago. Decido bajar el sillín para evitar males mayores y me lanzo a bajar por aquellos tramos con precaución porque algunos de ellos son cortos pero muy técnicos. Después de los primeros instantes, descubro que la senda continúa paralela al cortado sobre el mismo río unos cuantos metros por encima de la presa, con sendas estrechas y rampas con raíces a mitad de trayecto que te hacen poner en práctica la escasa técnica adquirida durante los años y aunque en varias ocasiones me toca poner pie a tierra, me divierto mucho con esta nueva situación, disfrutando de la experiencia al máximo.
Consigo encontrar el camino de vuelta y me encamino hacia la bajada de Despeñaperros, antigua conocida mía con la intención de afrontarla sin desmontar.






Consigo bajar el primer tramo, relativamente asequible y antes de entrar en la parte más complicada, me echo atrás justo antes de meter la rueda. Después de bajar a pie el trozo más complicado, decido parar justo a mitad para hacer unas cuantas fotos desde diferentes perspectivas con la idea de encontrar la trazada buena para la próxima vez que nos veamos las caras. Decido subirme para acabar de bajar la 2ª parte menos complicada y tomar unas últimas fotos. Justo en ese momento aparece el 7º de caballería, curiosamente es el mismo grupo que ví anteriormente, por la parte alta de la pendiente dispuestos a bajar a toda velocidad por dónde hace unos momentos yo había tenido que echar el pie a tierra y bajan como si nada. También es verdad que con las monturas que se gastan, lo tienen casi todo hecho.







Sólo es cuestión de práctica, me repito una y otra vez... Espero que la próxima no se me escape porque ya le tengo ganas.

¡Hasta la próxima!


lunes, 22 de noviembre de 2010

ANIVERSARIO RODABIKER

Ya ha pasado un año desde que un grupo de bikers se unieran para comenzar a salir. Sin conocerse de nada, alguien abrió un post en el foro para quedar con gente con la que compartía afición y poco a poco fueron uniéndose más miembros al grupo... así es como nacieron los Rodabikers.
Un día sin saber cómo, investigando por el foro, dí con ellos y después de leer sus comentarios, ver las rutas que hacían y de muchas dudas por saber si estaría al nivel o no, me decidí a acompañarles en una salida. Si no recuerdo mal fué allá por el mes de abril en una ruta por la Vallesa con almuerzo incluido en el bar Askuas de Ribarroja.

Desde entonces, he estado en contacto con ellos a través del foro, con intercambio de opiniones, consejos, anécdotas y chistes varios incluidos. No he salido más veces puesto que su nivel de forma y sus rutas, estaban por encima de mis posibilidades aunque cada vez intentan hacer las rutas más asequibles para todo el mundo, ya que la finalidad es pasarlo bien y no cerrar puertas a nadie sino todo lo contrario, la experiencia les dice que cuanta más gente hay en una salida, la diversión es proporcional. Queda claro que el objetivo es pasarlo bien y en compañía de amigos dispuestos a hacer lo mismo. La segunda vez que coincidimos fué en la marcha de la Cañada, en el mes de septiembre y en este aniversario, he querido unirme a la celebración.

Casualidades de la vida, unos días antes, coincido en el foro con un amigo del que hacía años que no tenía noticias y que también se ha unido al grupo para salir en bici. Hemos seguido trayectorias distintas pero ligados al mountain bike. Gracias al foro nos hemos reencontrado y espero seguir en contacto por mucho tiempo.
La misma semana de la salida, me decido a apuntarme a la cada vez más numerosa lista, ya conozco a algunos de ellos, a otros sólo por fotos y al resto los conoceré hoy ya que es la primera vez que salen con el grupo. He aquí el listado de todos l@s asistentes por riguroso orden de inscripción para que no se me olvide nadie:

1. Unricky
2. Costello
3. -cicloOTTO-
4. rayotauro
5. Vivarus
6. Primonnn
7. hector15ther
8. MarCor
9. TRyPo
10. fanfurito y fanfurito Jr.
11. potis3
12. JotaBh
13. vicmab
14. m-lin
15. harrys
16. LLOBERO
17. mario del valencia
18. J.MMURGA
19. Scottrek
20. Cesima82
21. Lince123
22. JOSE32
23. Bikeser
24. CESIMA 82
25. DRFUMI
26. Locovareta
27. Esther (mujer locovareta)
28. JIgnacio Che
29. Pablo Che (hijo JIgnacio Che)
30. -j21-
31. Piro25

Salimos desde Paterna hacia el Biopark, conocido también como "Zona Cero" lugar desde dónde parten muchas de sus rutas, para recoger a los allí presentes. En un primer momento y después de las presentaciones de rigor y el reencuentro con los conocidos, intento recordar todos los nombres pero me doy cuenta que es bastante difícil dado el número de asistentes por lo que rápidamente desisto y comenzamos a hacer lo que más nos gusta que es dar pedales.

Con un viento más que considerable y una fría temperatura a estas horas, son las 8 de la mañana, nos dirigimos hacia el "Dragon Khan", zona comprendida entre la Autovía de Ademuz enfrente de Heron City y el Centro Comercial , dónde hay una antigua zona de entrenamiento para los militares ubicados en Paterna y dónde nos espera otro grupo. Desde aquí partimos hacia la Vallesa por una zona desconocida para mí hasta ese momento, dejándonos llevar por gente que conoce el terreno, salimos a la ruta fluvial y nos dirigimos a Ribarroja para el ansiado almuerzo.

Agradecer a la gente del bar el detalle de dejarnos el almacén para dejar las bicicletas y no tener que preocuparnos por ellas lo más mínimo durante el almuerzo. Todo sea dicho de paso, el ambiente de Halloween está presente por todos los rincones y es que hay telarañas con muchos años de antigüedad, dando lugar a varias anécdotas divertidas protagonizadas, como no, por Mario, todo un crack. Gracias a que habíamos reservado con antelación contamos con mesa, ya que la terraza está repleta a esas horas y los alrededores llenos de bicicletas.

De regreso a casa y debido a lo numeroso del grupo y al descontrol propio después de unas más que generosas rondas de chupitos, el grupo acaba por disgregarse en varios subgrupos, mientras unos toman el mismo camino de la ida, otros se adelantan por la ruta fluvial pensando que vamos todos detrás. A la altura de la Vallesa, me despido de ellos para dirigirme a casa ya que se ha hecho un poco tarde, mientras algunos se quedan para recorrer y disfrutar de la Vallesa, otros tantos me acompañan para tomar rumbo a sus domicilios.

Adjunto el link con el vídeo del evento que se ha podido editar a pesar de que las cámaras presentes en esta ruta parecieron ponerse de acuerdo para fallar y/o quedarse sin baterías, como es mi caso. Gracias desde aquí a Costello por su dedicación y sus vídeos que ya son toda una enseña dentro de la peña Rodabikers.


http://vimeo.com/17136524



Ojalá hubiera podido conocerlos a todos un poco mejor aunque espero hacerlo en próximas salidas, ya que sólo pude intercambiar opiniones brevemente durante la ruta con algunos de ellos, desde aquí un saludo para todos y espero coincidir en lo sucesivo.

Aprovecho para comentar que por fin he estrenado la equipación " Made in China" con muy buenas sensaciones hasta el momento, siendo tema de conversación durante el almuerzo junto a mis compañeros de mesa. Ya que en el día de hoy tampoco han habido muchas fotos, aprovecho para el posado.





¡ Hasta la próxima !

lunes, 15 de noviembre de 2010

RÉCORD... OTRO MÁS

Fin de semana, tras fin de semana, trato de buscar algún aliciente para mis salidas semanales. Esta semana en concreto, viendo que saldré sin compañía, me decido a llegar otra vez por la ruta fluvial hasta Vilamarxant. En verano ya intenté hacer la ruta y por problemas en el GPS, no pude guardar todos los datos para mi archivo y esta se presentaba como una buena ocasión.



Aprovecho para madrugar aunque no apetece porque la temperatura es bastante fresca. Calculo que estaremos en torno a los 10-15ºC a estas horas. Que poco queda del verano, a partir de ahora es cuando hay que demostrar la pasión por este deporte y que no importe salir a pedalear a pesar de las condiciones climatológicas y la escasa luz que tenemos a estas horas de la mañana.



Empiezo a pedalear alrededor de las 8 h., al poco de comenzar y antes de salir de Paterna, me encuentro un control de alcoholemia , a estas horas hay gente que viene de fiesta y otros nos dedicamos a pasar frío y dar pedales, hay que ver cómo está el mundo...


Sin más compañía que la música de mi MP3, me incorporo a la ruta fluvial en el puente de Manises y tomo dirección Vilamarxant. En mis últimas salidas, he procurado llevar desarrollos pequeños para tratar de llevar un ritmo alto porque por la rodilla, no quiero forzar la situación y llevar un desarrollo muy grande que me haga ir atrancado con el consiguiente riesgo de recaer de la cada vez más olvidada lesión.



Me propongo avanzar tan rápido como pueda, con el fin de conseguir una media por encima de lo habitual y marcho a buen ritmo. Empiezo a ver a gente conforme van pasando los kilómetros, primero son bikers que me acompañan en la misma dirección y luego son gente a pie, en grupos más numerosos, gente practicando running...



Hasta Ribarroja la ruta se hace monótona, quizás debido a las numerosas veces que la he recorrido, pero a partir de aquí y por la novedad, la cosa cambia ya que voy tomando nota de algunos detalles. Aunque la pista no sufre variaciones de interés, si es cierto que en esta parte del recorrido hay algunas pendientes más acusadas que en el primer tramo.


Finalmente llego a Vilamarxant antes de lo previsto, con las calles practicamente desiertas, decido sentarme al sol a tomar algo para volver de nuevo a dar pedales.

A la vuelta me fijo que en el punto dónde te incorporas a la ruta fluvial, a la izquierda queda la carretera que úne Vilamarxant con Lliria, dónde podemos intentar llegar cuando tenga hecho más rodaje. Calculo que habrán unos 5 km que entre la ida y vuelta ya incrementarían mucho la distancia en el día de hoy.



Regresamos a casa bastante más rápido que la ida aprovechando el desnivel favorable y que a pesar de los kilómetros no nos afecta al ritmo de pedaleo, de momento. Al poco de incorporarme a la ruta, una serpiente o culebra, cruza la pista unos metros por delante de mi rueda delantera, lo que me recuerda que estamos en mitad de la naturaleza y a tan pocos kilómetros de casa siempre es de agradecer.



El tiempo ha levantado y hace un día muy agradable, las temperaturas son altas, lo que anima a la gente a salir a hacer deporte y la vuelta está muy concurrida. Finalmente, consigo alcanzar la cifra récord de 51 km que suponen un hito en mis rutas. También consigo una media de 19,5 km/h lo que para una ruta de esa distancia me deja más que satisfecho.


La otra buena noticia del día es que ya he recibido la equipación que pedimos "Made in China"... ¡Qué ganas de estrenarla! Para la próxima salida prometo colgar alguna foto.











¡ Hasta la próxima!

lunes, 8 de noviembre de 2010

KILÓMETROS DE CELEBRACIÓN

Después de unas semanas dónde hemos variado nuestras rutas habituales por otras de mayor dificultad, volvemos a rodar por zonas de sobra conocidas, como son la Ruta fluvial del río Turia y la Vallesa.

Jornada atípica en el día de hoy en muchos sentidos, empezamos siendo 2 bikers , continúamos 3 y acabamos siendo 1, en esta ocasión Raúl, su cuñado Jose Carlos y yo mismo. A decir verdad, hemos rodado un tanto desagrupados puesto que Jose Carlos se ha unido al grupo cerca de l'Eliana a mitad del recorrido y hemos rodado juntos muy pocos kilómetros.


Compromisos familiares nos hacen decidirnos por una ruta cercana a casa que nos permita regresar temprano. Nos disponemos a rodar por la ya mencionada ruta fluvial atravesando de regreso a casa la Vallesa.


Salimos a la hora habitual de nuestras últimas salidas para aprovechar al máximo el tiempo, ya que al salir desde casa y no coger el coche podemos dedicar ese tiempo a dar pedales que es de lo que se trata. A las 8,30 h, no nos encontramos con demasiada gente, a pesar de contar con buen tiempo, las temperaturas son algo frescas a esas horas pero irán subiendo a lo largo de la mañana.


Dado que Raúl practica habitualmente spinning y que su nivel de forma es mucho más que aceptable, me dejo llevar por su ímpetu y rodamos a un fuerte ritmo desde el inicio. Pasado el tramo de la presa, comenzamos a cruzarnos con más bikers que hacen la ruta en dirección contraria y a otros que lo hacen en nuestra misma dirección, aprovechamos las buenas sensaciones para ir adelantando. Poco a poco y debido al esfuerzo, me voy descolgando de mi compañero de ruta y comienzo a rodar en solitario, trato de mantener un ritmo alto, pudiendo comprobar una vez más lo diferente que es salir solo, a hacerlo en compañía ya que de esta forma podemos tener referencias que de otra manera no podríamos advertir. Sin ir más lejos durante el día de hoy, aprovechando el perfil prácticamente llano de la ruta, alcanzamos una media de 18,4 km/h, bastante más rápido de lo habitual, a base de un plus de esfuerzo que consigo saliendo en grupo para conseguir una de las medias más altas hasta el momento.


Finalmente llego a Ribarroja y me doy cuenta que no es el sitio de encuentro, después de una llamada, mi compañero me indica que me he saltado el desvío unos kilómetros más atrás y que pensaba que yo sabía dónde era. Sólo me queda volver por el mismo camino y recorrer en sentido contrario, los 2 últimos kilómetros. Nos juntamos ahora sí con Jose Carlos y tomamos el camino de regreso.


Los primeros kilómetros los hacemos sobre asfalto, tomando la carretera CV-336 que úne Ribarroja con l'Eliana. Tomamos un desvío por la urbanización Entrepins y salimos a la Vallesa por su parte más oriental. Para aquellos que todavía no la conozcan y por resaltar algo de la Vallesa, podemos decir que es una zona cercana a Valencia, pequeño pulmón verde que invita a perderse y divertirse por su infinidad de senderos. Atravesamos la zona en dirección Este, casi en línea recta, paralelos a la vía del tren que llega hasta Lliria y que tomamos como referencia.


Llegamos a la Cañada y decidimos recorrer parte del trazado de la Marcha en la que participamos hace apenas 2 meses y que todavía recordamos. Pasamos junto al polideportivo y continuamos el trayecto, a la altura del depósito del agua, sufro el único percance del día cuando en una bajada y sin saber cómo, se sale la cadena, lo que me obliga a parar para solucionarlo.


Estos momentos me hacen descolgarme de mis compañeros que no se percatan y continúan la marcha. Cuando quiero reincorporarme, ya no veo su rastro y viendo la hora, decido parar a comer algo de fruta, hacer alguna foto y regresar nuevamente por la ruta fluvial hasta mi punto de destino.


Cuando finalmente llego a casa, compruebo el cuentakilómetros y descubro con alegría que acabo de rebasar los primeros 1.000 km en el cómputo global de mi cuenta , lo que me anima a seguir disfrutando de este maravilloso mundo del Mountain Bike para hacer unos cuantos miles más.


¡ Hasta la próxima !

lunes, 1 de noviembre de 2010

RUTA POR GILET

Aprovechando la festividad de Todos los Santos, nos preparamos para hacer una ruta alternativa y diferente a lo ya rodado hasta el momento. Preparamos el terreno la semana anterior y partiendo de la base de una ruta por los alrededores de Gilet, me dedico a hacer unas modificaciones para lograr una variante más asequible, o al menos esa era la intención, ya que tanto la duración cómo el desnivel acumulado de la mencionada ruta son demasiado exigentes.

Armado de paciencia con mapas geográficos en mano y con la ayuda inevitable de San Google Earth, me dedico a trazar una ruta por los alrededores de Gilet con la idea de alcanzar las antenas del Picayo por su vertiente norte, más asequible que la realizada en el mes de agosto por su vertiente sur , no sin antes rodar un poco por los alrededores con la intención de calentar las piernas. Después de confeccionar nuestro roadbook particular, consigo diseñar una ruta de unos 25 kilómetros, teniendo en cuenta el recorrido, tomo buena nota de los detalles y doy por bueno el trazado.

Finalmente seremos 3 los bikers de hoy: David, Jose y yo mismo (Jose, como puedes ver sales en la crónica y es que te ganas el puesto una vez más, rindiendo al mejor nivel de la etapa). Inauguramos el horario de invierno, agradeciendo descansar un poco más y que las temperaturas no sean tan bajas y alcanzamos Gilet a la hora prevista.

Como siempre, prefiero pecar por exceso que por defecto y llevo ropa de abrigo aunque luego en el transcurso de la mañana tenga que quitarme alguna prenda.

Comenzamos la ruta en la plaza de la iglesia como estaba previsto y buscamos la salida norte de la población a través de una vía de servicio que circula paralela a la autovía. Los primeros metros de rodaje son para ponernos un poco al día de nuestros asuntos y comentar detalles de la ruta prevista para hoy. El freno de David, nos ameniza con unas deliciosas notas musicales que se resuelven tras una parada técnica para reajustar el disco. Cuando no ha pasado todavía ni un kilómetro, nos equivocamos de dirección aunque, afortunadamente, lo advertimos muy pronto ya que el desvío nos llevaba hacia una urbanización situada en una ladera con un desnivel importante que no recuerdo en mis anotaciones, rectificamos y volvemos al trazado correcto.


Apenas unos metros después, viene el desvío señalado, ahora sí que empiezan las hostilidades y la pendiente de tierra rojiza con piedra suelta nos espera, primeras rampas y primeros problemas. En los mapas no se puede intuir la dureza del trazado y en seguida nos damos cuenta que esto no va a ser un paseo, las rampas se suceden una tras otra y el desnivel es cada vez mayor. Primer pie a tierra y no llevo ni 2 kilómetros, las sensaciones empiezan a ser bastante malas.

Sin apenas calentar y con semejante panorama por delante sólo queda encomendarnos a lo que depare el destino, Jose y David, van por delante abriendo camino, hasta ese momento no hay problema puesto que no hay desvíos en la pista principal y cada cierto tiempo me esperan para reagruparnos. Nos encontramos con un trío de bikers a los que preguntamos la manera de llegar a nuestro destino y nos advierten de la lejanía de nuestro objetivo, nos dan unas indicaciones para llegar al otro lado de la cumbre y buscar la dirección correcta.


Me parece asombroso que la gente conozca la infinidad de picos, sendas, fuentes...etc que pueblan todo el Parque Natural de la Sierra Calderona, infinidad de kilómetros cuadrados para disfrutar, recorrer y explorar. Poco a poco, comienzan a ser familiares algunos nombres que forman parte de dicho Parque como Rebalsadors, dónde hemos subido en un par de ocasiones, la Font del Poll, de camino a Rebalsadors, la Rodana, muy cerca de Gilet y por la que circulamos hoy, el Garbí, situado algo más al norte, etc. Conforme vayamos conociéndolos y visitándolos, lo iré publicando en el blog para conocer un poco mejor la geografía ciclista valenciana.


Los metros avanzan muy despacio y son varias las ocasiones en las que tengo que parar para recuperar el aliento. En un breve descanso, aprovecho para ponerme algo más de ropa puesto que con el esfuerzo, el sudor se convierte en un enemigo, dadas las bajas temperaturas y el viento que sopla en las zonas de umbría. Dedico unos minutos a hacer unas instantáneas para recordar la jornada de hoy con las fantásticas vistas por la parte anterior de la Rodana y continúo mi camino para unirme a mis compañeros.







Unas cuantas rampas después y tras parar a reponer líquidos, mientras decidimos qué hacer, nos alcanza una pareja de bikers a los que también preguntamos por la forma de llegar a la cima, con buen rollo nos indican el camino y nos invitan a unirnos a ellos para rodar juntos y guiarnos hacia nuestra meta.


Una vez alcanzada la cima, aproximadamente en el km.7 nos separamos y siguiendo sus indicaciones, iniciamos el camino de descenso tras tomar algunas precauciones y desbloquear ambas suspensiones para la bajada, ya que nos anuncian algún que otro tramo complicado, lo cual significa diversión garantizada.


Cada día me encuentro más cómodo bajando, ya que sufro y mucho subiendo, aprovecho para disfrutar de esos momentos. Tras un breve y rápido descenso, alcanzamos la carretera CV-3280 a la altura de la urbanización Sant Esperit y nos dirigimos hacia el inicio de la ruta en Gilet dónde decidimos concluir y dejar para otra ocasión la continuación hasta las antenas. Aprovechamos para almorzar en la misma plaza dónde hemos dejado los coches y tras el refrigerio, volvemos a casa antes de lo previsto.


¡ Hasta la próxima !

lunes, 25 de octubre de 2010

LA CALDERONA EN GRUPO

Después de alguna que otra duda de última hora, decidimos nuestra ruta para este fin de semana y dar a conocer la Calderona a aquellos que todavía no conocen esas pistas de interminables pendientes y sus espectaculares vistas.

En esta ocasión convencemos a unos cuantos amigos y conseguimos ser un grupo considerable para lo que estamos acostumbrados (David, Héctor, Raúl, Jesús, Javi, Emilio y yo mismo). Decidimos encontrarnos a mitad de camino para aprovechar el tiempo al máximo y preocuparnos de dar pedales que es lo que toca. Cuando llegamos al punto inicial de la ruta y una vez hechas las presentaciones , nos encontramos, como viene siendo habitual, un gran número de coches ocupando los distintos aparcamientos habilitados en la zona.
Sin apenas calentar, una vez más, nos encaminamos hacia el inicio de la ruta en sí. El tiempo nos ha dado algo de tregua y aunque es fresco, no lo es tanto como esperábamos y aunque vamos preparados, no utilizamos toda la ropa de abrigo prevista. Sabiendo que el primer kilómetro es asequible, aprovechamos para comentar un poco el perfil de la ruta y las peculiaridades de la misma ya que de los 7 bikers, únicamente 3 hemos rodado por aquí. Una vez puestos en antecedentes, el grupo se va estirando y cada uno va acoplándose al ritmo que más le conviene y con el que va más cómodo. Después de mi primera experiencia, voy dosificando para tratar si no mejorar el tiempo, si al menos llegar más desahogado a la cima de Rebalsadors.

En el día de hoy no coincidimos con tanta gente como la última vez y avanzamos a buen ritmo mientras van pasando los primeros kilómetros.

Una vez entrados en calor, incrementamos el ritmo en los sitios con menos pendiente y sufrimos en 2 ó 3 repechos con un desnivel importante y que con los kilómetros se hacen más que patentes. Tras unas paradas de reagrupamiento, decido quedarme a esperar a Héctor, compañero de fatigas y que nos acompaña ocasionalmente para indicarle el camino correcto en los desvíos que restan para llegar, mientras animo al resto a seguir ya que llevan buen ritmo. Tras comer algo y reponer líquidos, continuamos ascendiendo en solitario para encarar el último tramo de ascenso, quizás el más duro y complicado por su dificultad y por el cansancio acumulado.

Después de mi anterior experiencia, afronto estos metros con determinación, y es que la última vez me hicieron sufrir de lo lindo y al final acabé por poner pie a tierra, ya que a pesar del esfuerzo realizado no pude superarlos encima de la bici. Esta vez y no sin mucho sacrificio, logro superar esa rampa y satisfecho, continúo para unirme a mis compañeros que nos esperan en el mirador de Rebalsadors.
Una vez unido el grupo y tras las fotos de rigor, nos encaminamos de vuelta ya que el tiempo apremia y urge volver a casa lo antes posible.

Tras abrigarnos un poco y revisar las suspensiones y la presión de aire en las ruedas, nos preparamos para afrontar la vuelta. El descenso al igual que en la ocasión anterior, lo hacemos en poco más de 15 minutos cuando la subida y según el cuentakilómetros han sido casi 2 horas. El ritmo es muy rápido y los que conocemos el recorrido, vamos advirtiendo de las zonas más comprometidas. En el día de hoy, también consigo bajar más cómodo y con menos complicaciones de las esperadas, incluso la velocidad es más alta, también hay que tener en cuenta que llevo por delante a un par de tíos a los que le gusta el lado más oscuro del Mountain Bike con lo cual intento seguir sus trazadas y dejarme llevar mientras aprendo cosas nuevas. Finalmente, descendemos hasta el aparcamiento y damos por finalizada la ruta con la intención de repetir en breve.

Objetivo conseguido, mejoramos nuestro tiempo, buenas sensaciones y pasamos una agradable jornada, disfrutando de nuestra pasión sobre 2 ruedas.



¡ Hasta la próxima !

lunes, 4 de octubre de 2010

MI 1ª CALDERONA

Tanto va el cántaro a la fuente que al final,...

Después de varios intentos, al final lo he conseguido, Calderona por los 4 costados. Compromisos musicales en tierras andaluzas (leáse conciertazo U2), impiden a mi compañero de rutas habitual, David, asistir a tan señalada fecha.

Aprovecho para salir con Raúl , un amigo que me elogia constantemente las virtudes de la Calderona. Decidimos salir no muy temprano para descansar y salimos en dirección a Bétera. Utilizamos el coche para acercarnos hasta allí y es que la dureza del trazado lo hacen más que recomendable. Hacía muchos años que no transitaba la zona y aunque ha cambiado bastante sigo recordando algunos detalles. Me sorprende la cantidad de ciclistas con los que nos cruzamos que se encaminan hacia la misma dirección.


Una vez llegados a la carretera que se dirige hacia Olocau, giramos a la derecha para tomar el desvío que va hacia el acuartelamiento militar y el Hospital Dr. Moliner. En los alrededores se encuentran varias zonas de ocio dónde se puede ir a pasar el día con paelleros y zonas recreativas para niños. Continuamos por la carretera para aparcar a la izquierda en uno de los últimos lugares destinados a tal fin.


El día es gris y fresco, no tenemos que olvidar que nos encontramos en el mes de octubre y aunque las temperaturas suelen ser agradables, cuando el tiempo está revuelto ya no es igual que en verano, salimos de casa con un chubasquero para utilizarlo en caso de necesidad.


Empezamos la ruta siguiendo a un grupo de bikers, Raúl, me va indicando sobre el terreno, la dirección, la dificultad así como la distancia hasta la cumbre. Al ser la primera vez que paso por allí, las sensaciones son contradictorias, por un lado, quiero fijarme en muchos detalles para luego poder relatarlo en el blog y por otro voy completamente perdido. Como he dicho en otras ocasiones, la importancia de conocer el terreno cobra sentido en cualquier ruta, más aún en una con estas características y nivel de exigencia física.

La pista es ancha con una tierra rojiza que la hace característica y se encuentra en buen estado, con poco desnivel, al menos el primer kilómetro. Poco después, nos encontramos con un desvío señalizado hacia la derecha que marca nuestra meta, el pico Rebalsadors, Raúl ya ha estado un par de veces y me ha comentado las peculiaridades del terreno, le aconsejo subir a su ritmo y yo lo hago al mío ya que la ruta está bien señalizada y no hay posibilidad de pérdida. Enseguida se empieza a notar el desnivel y es que llevamos poco más de un kilómetro desde nuestra salida y las cosas empiezan a complicarse. El camino comienza a picar hacia arriba y los regueros de agua han ido abriendo surcos en la superficie escarpada de la pista, lo que obliga a ir cambiando constantemente de un lado a otro para buscar la mejor trazada.


Al menos se agradece que no haga calor porque el esfuerzo es más que considerable, los kilómetros van pasando lentamente y no veo cuando llega el final, mi compañero me ánima a continuar y es que los 8 km que me había dicho inicialmente, serán a la larga unos cuantos más.


Subo a mi ritmo, sin obsesionarme y pensando en acabar y disfrutar de la experiencia, la cima se acerca y aprovechamos para detenernos un momento y comer algo de fruta y reponer líquidos. Otro problema con el que me encuentro es el peso de mi mochila, algo a tener en cuenta para próximas salidas, hay que llevar lo justo e imprescindible para no añadir peso innecesario que nos tocará llevar a la espalda con todas las molestias que ello supone. Después de esta breve parada, seguimos subiendo nuevamente, al llegar arriba y cuando ya creí haber alcanzado la cima, un grupo de bikers reunidos en torno a una señal, me indican que el camino continúa y me indican la dirección. Raúl a estas alturas ha continuado subiendo a su ritmo y le he perdido la pista. Momentos después lo encuentro cuando regresa para reencontrarse conmigo, aquí la subida da un respiro más que necesario, y aprovechamos para soltar un poco las piernas.

Alcanzamos un nuevo tramo con fuerte pendiente que nos lleva hacia nuestro destino, mi compañero me indica que ya ha pasado el tramo más duro y que ahora la distancia restante es más asequible. A la altura de la Font del Poll, nos encontramos con una carrera a pie que tiene lugar hoy, la pendiente es tan acusada que incluso nos adelantan corriendo, los kilómetros van pasando factura y las piernas responden como pueden. Seguimos subiendo, con tramos de diferente desnivel y llegamos al último desvío señalizado. Faltan 2,2 km para llegar a nuestro destino cada vez más cercano. Después de reagruparnos para iniciar juntos el último tramo, vamos avanzando poco a poco, el tiempo comienza a mejorar y el sol se deja ver entre las nubes.

Finalmente, pongo el pie en tierra porque el desnivel es demasiado para mis fuerzas ya mermadas tras 12 km de subida ininterrumpida, son únicamente 200 metros que me ayudan a coger aire y volver a subirme para dar pedales y no parar en lo que queda, afortunadamente es el tramo con más pendiente y el resto de la ascensión es mucho más asequible. Consigo contactar con Raúl cuando llego a la parte más suave y nos dirigimos juntos y a toda velocidad, en un breve tramo de descenso hacia el mirador de Rebalsadors. Al final son 14 km desde nuestro punto de partida.





Las vistas son impresionantes y arriba hay bikers y algún excursionista que aprovechan para almorzar y hacer fotos. Tras las fotos de rigor y descansar un poco, decidimos volver para no llegar demasiado tarde a casa. Nos abrigamos y nos preparamos para la bajada que promete una experiencia, cuánto menos divertida.





Descendemos por el mismo camino, deshaciendo lo recorrido. El sol nos acompaña y aunque con la velocidad la sensación del viento es fría, las sensaciones son muy agradables. Aprovecho para hacer alguna que otra foto y decidimos tomar una variante que se dirige hacia la Cartuja, evitando así bajar por el mismo sitio por dónde hemos subido. El terreno está muy degradado por la acción del agua que ha llenado de ramblas y surcos que dificultan mucho la bajada, haciéndola muy técnica. En varias ocasiones, tengo que sacar los pies y ayudarme en las curvas puesto que la velocidad que marca el cuenta llega a los 48 km/h en los tramos más rápidos. Los antebrazos empiezan a cargarse por la tensión de la bajada y en estas, nos sorprende un osado biker que hace el mismo camino de subida, siendo esta aún más difícil.




Nos encontramos con algunos jinetes y excursionistas en los alrededores de la Cartuja dónde el terreno se hace mucho más llevadero. De ahí hasta nuestro punto de partida, lo hacemos sobre asfalto y disfrutamos del paisaje. Una vez llegados a nuestro destino, aprovechamos para hacer estiramientos qué tan bien vienen y pocas veces hacemos.





En definitiva, ruta escaladora y exigente para conocer la Calderona y descubrir algunos de sus secretos. Sin duda alguna para repetir y poder comprobar nuestros progresos.






¡ Hasta la próxima!

domingo, 26 de septiembre de 2010

XI MARCHA MONTES DE LA CAÑADA

Semana de nervios e incertidumbre, debido a la lesión de rodilla que vuelve a dar que hablar. Al día siguiente de la previa, el dolor de la rodilla vuelve a hacer acto de presencia, no he tenido ningún problema en todo el verano y justo ahora, reaparece. No sé qué pensar al respecto, mi última recaída, fué tras una ruta por la misma zona, con lo que podría ser que el perfil de la misma con repechos exigentes y tramos de bajada constantes, le exijan demasiado a mi estado. También he pensado en la posibilidad de tener mal regulada la altura del sillín. El caso es que entre unas cosas y otras, he estado toda la semana con hielo y antiinflamatorios para estar en las mejores condiciones de cara al domingo para no perderme la que será mi primera Marcha. Estoy decidido a ir y hago la preinscripción unos días antes.

El día comienza temprano y es que los nervios están a flor de piel por ver cómo se desarrollan los acontecimientos. Finalmente, decido no ir en bici desde casa ya que intuyo que la exigencia de la marcha va a ser suficiente para tener que hacer 10 km más entre la ida y la vuelta, una decisión del todo acertada, como podré comprobar unas horas más tarde.

Salimos con tiempo para no tener problemas con la recogida de dorsales y es que según nos han comentado hay unos 250 participantes inscritos, llegamos con tiempo y aparcamos en las inmediaciones. En seguida empezamos a ver bicicletas por todas partes, el ambiente fresco de la mañana no quita nada de emoción, la organización está montando todo lo necesario para el desarrollo del evento con arco de llegada, trofeos, avituallamiento, etc. No sólo es mi primera marcha como participante, sino que también lo es como espectador y estoy disfrutando todos y cada uno de los momentos vividos.


Una vez hecha la inscripción ya con el dorsal y los regalos de la organización, nos dedicamos a calentar un poco ya que el tiempo ha cambiado y la temperatura ya no es la habitual del verano, estamos en otoño y se nota, la manga larga se agradece y aunque pasados los minutos nos la quitemos, a primera hora es necesaria.

Se empiezan a oír rumores sobre los participante y es que sobrepasan con creces los 250 previstos inicialmente, el número se ha duplicado y ahora estamos hablando de más de 500 personas, ¡increíble! Llega el momento de lucir equipación y máquinas, todo un espectáculo...



Coincido con algún conocido y con la peña Rodabikers, se apuntan a todo y son un grupo genial, no tendré ocasión de coincidir con ellos durante la marcha ya que llevan otro ritmo y otras expectativas pero antes de empezar, aprovecho un momento para saludarlos.

El tiempo va pasando y los nervios van creciendo por momentos, una vez despojados de la manga larga, el cuerpo necesita calentar para lo que se avecina. Finalmente llega la hora de comenzar y tras hacer alguna foto, nos dirigimos hacia la salida, los primeros momentos de nerviosismo se esfuman rápidamente cuando nos ponemos a darle a los pedales, con la cantidad de gente que hay, la organización opta por hacer una salida neutralizada y hacer una vuelta lanzada para que los aspirantes a trofeo, salgan lo mejor colocado posibles.



Sinceramente, pensaba que habrían más apreturas y más nervios pero tras los primeros metros, hay suficiente espacio para moverse con tranquilidad. Me despido de mis compañeros y me centro en seguir a mi ritmo, mi objetivo principal en el día de hoy es llegar a meta, cueste lo que cueste y si puede ser sin caerme, mejor que mejor.

Poco a poco, voy acoplándome a mi ritmo, los primeros kilómetros son de calentamiento y bastante rápidos para ir probando sensaciones. Circulamos por la zona ya mencionada en la anterior entrada del blog que corresponde con la ruta fluvial y Vallesa, hasta ahora tramos conocidos. En Despeñaperros la organización ha montado un despliegue especial con protección civil anunciado la dificultad a todos los participantes para evitar en la medida de lo posible, males mayores, justo antes de empezar me encuentro a un chico levantándose del suelo con heridas en su parte derecha, parece algo desorientado y me detengo para preguntar como está, me dice que no muy bien y algo aturdido por el golpe, me ofrezco a ayudarle en lo que pueda y me dice que va a esperar a que venga alguien, le comento que avisaré al primer miembro de la organización para que vayan a ayudarle, ya que poco más puedo hacer, me lo agradece y se queda esperando a la orilla del camino. Unos metros más abajo lo comunico a un miembro de la organización para que acuda a verlo por si necesita ayuda.
Este episodio tan cerca de la salida, me va a reafirmar el ser más precavido aún si cabe, mostrando los riesgos que se corren en una aventura de este calibre. Desde el inicio de la marcha se empiezan a ver pinchazos por todas partes, son innumerables los bikers que intentan cambiar sus cámaras, lo antes posible para evitar perder tiempo aunque a estas alturas y al ritmo que se marcha, hace bastante difícil la tarea.
En el día de hoy y como algo excepcional, se circulará por el interior de la Vallesa , propiedad privada y normalmente cerrada al paso ya que se encuentra vallada en todo su perímetro. Aunque la ocasión es perfecta para hacerlo, no disfruto demasiado del paisaje porque hay que estar atento al recorrido, ya que aunque está bien señalizado, discurre por zonas que no conozco.
Los tramos de subida se alternan con bajadas rápidas y comprometidas, poniendo a más de uno en un aprieto al intentar ir más allá del límite, en las zonas conflictivas o con riesgo, hay personal de la organización o protección civil que advierte de su emplazamiento. Queda poco para el avituallamiento y acelero el ritmo con la intención de llegar pronto para reponer fuerzas y estirar algo la espalda, no sé si por el peso del Camelbak o por las irregularidades del terreno, la espalda se me carga y empiezo a notar dolores a partir del kilómetro 15.
Finalmente llego al avituallamiento, repongo líquidos y como un plátano, mientras aprovecho para tomar un respiro y hacer alguna foto más, ya que durante la marcha no he podido hacer ninguna. En unos instantes, se oye una sirena, anunciando la llegada de una moto de la policía abriendo paso a la cabeza de carrera, no llevo ni la mitad del recorrido y ya me han alcanzado... La velocidad a la que pasan es espectacular y disfruto de esos momentos como un espectador más, en ese momento me asalta la duda de si continuar o aprovechar para dejar pasar al resto pero decido continuar para no perder más tiempo. Este era otro de mis temores, al ser doblado intentar no molestar o al menos lo mínimo ya que visto lo visto y al ritmo que se va, convierte la situación en algo comprometida.

Debido a que el cuentakilómetros no lo puse en marcha cuando debía, los kilómetros que aparecen en pantalla, no son reales aunque me ayudan a tener una idea aproximada de lo recorrido y de lo que falta por recorrer, el hecho de transitar por zonas totalmente desconocidas y el cansancio que empieza a aparecer, convierten estos últimos kilómetros de la primera vuelta en un tramo interminable.
A estas alturas de carrera he conseguido conectar con un grupo que circula unos metros por delante de mí y que llevan un buen ritmo, intento aprovechar la situación para tener alguna referencia ya que al ir sólo, las sensaciones no son las mismas. Entre el grupo se encuentran dos chicas que van con el mismo ritmo que el resto e incluso a veces lo incrementan un poco, lo que hace que se vaya descolgando gente para luego volver a engancharse, al finalizar la primera vuelta y con los primeros puestos ya adjudicados desde hace algunos minutos, disfrutamos del ambiente que se vive en la zona de meta con todo el público expectante por ver a familiares y amigos, a nosotros aún nos queda una larguísima 2ª vuelta.



Desde este momento empezamos a calcular la distancia que nos falta para dosificar las fuerzas ya que el esfuerzo realizado hasta ahora ha sido importante. Circulando juntos y dándonos relevos vamos avanzando, el entumecimiento empieza a sentirse en las piernas y cualquier esfuerzo adicional empieza a costar mucho más de lo normal.
En un momento dado, una de las chicas nota que la rueda trasera de su bici hace extraños y comprueba que ha pinchado, su compañera de ruta, decide esperarla y yo hago lo mismo ya que como he comentado anteriormente, mi visión del mundo de la bicicleta es desinteresada y generosa con el prójimo. En ese momento de despiste, sufro el único percance más o menos serio de la jornada y es que la rueda delantera tropieza con una raíz que sobresale en un repecho y se me cruza, al detenerme en seco y con el efecto de la inercia, me golpeó el estómago con el manillar, nada grave por suerte. Le ofrezco uno de los botes antipinchazos que afortunadamente había cogido, aunque al principio declina el ofrecimiento, acabámos convenciéndola de lo cerca que está la meta y todo el esfuerzo realizado para no abandonar a falta de tan poca distancia. Reparamos la rueda lo mejor que podemos y continuamos la marcha, unos minutos después oímos nuevamente la sirena de la polícia, lo que nos desconcierta un poco, la razón es que somos la cola del pelotón, no supone nada, simplemente que la organización ha empezado a retirar los puestos de control de los tramos, nos anima a seguir y nos desea suerte.
Compruebo con sorpresa que el cuentakilómetros no funciona y es que con el encontronazo lo paré sin darme cuenta, dado lo poco que queda, es el momento de darlo todo y el ir sin referencias no es lo más adecuado pero conseguimos llegar hasta el avituallamiento que todavía está abierto para conseguir algo de bebida. Un miembro de la organización se úne a nosotros y nos acompaña dándonos ánimos y avisándonos de los tramos con riesgo. Los últimos kilómetros van pasando con una mezcla de sentimientos: cansancio, alegría y sobre todo ilusión por lograr acabar.
Con la llegada al tramo asfaltado de la Cañada, decido grabar los últimos metros para dejar constancia de esa sensación tan extraña y tan difícil de explicar con palabras, enciendo la cámara para reflejar mi punto de vista y dar por finalizada así semejante aventura. El paso por el arco de meta tiene su toque simpático y es que conforme llego a meta y recibo mi diploma, empieza a darme un calambre en la pierna izquierda que me obliga a dejarlo todo en manos de mi amigo David que me espera en la línea de meta para tratar de aliviar el dolor, tumbado en el suelo junto a unos cuantos recién llegados con los mismos síntomas.
Una vez recuperado, me dirijo hacia el recinto donde se celebra la entrega de trofeos para disfrutar del ambiente y reponer líquidos, ya que la organización sigue atenta en todo momento a las necesidades de los participantes, un 10 para ellos.







Aquí acaba una de las jornadas más intensas vividas en "Mi Mundo MTB", ojalá se puedan repetir muchas veces más.


¡Hasta la próxima!

domingo, 19 de septiembre de 2010

PREVIA MARCHA CAÑADA

Hoy ha sido mi primera toma de contacto con el mundillo de las marchas bikeras. Después de encontrar el anuncio de la marcha en la revista Bike y no hacerle demasiado caso, David nos anima a probar y la verdad y aunque me cueste reconocerlo, me apetece mucho.

Entre unas cosas y otras, vamos haciendo cábalas y con los comentarios del foro, empezamos a montarnos nuestra película al respecto, pero hasta que no ha llegado el día no hemos podido conocer la realidad de tan esperada ruta.

Afortunadamente se han celebrado 2 previas, a la primera no pudimos acudir, por coincidir con las fiestas de mi pueblo del alma, Gaibiel, son una vez al año y cada año se cogen con más ganas. Tenemos toda una semana para recuperarnos de los excesos que todo sea dicho de paso, este año no han sido tantos, y es que la edad nos pasa factura.

Salgo con David temprano desde casa, para llegar al punto de partida a la hora convenida, los 5 km escasos que nos separan nos sirven para calentar las piernas, en el trayecto de ida, nos vamos poniendo al día de asuntos varios.

Una vez allí, nos encontramos con la gente de la organización y con algún otro amigo de la peña Rodabiker que también se dejan caer por allí. En total somos unos 50, número excepcional de gente con la que rodar y que no había pasado nunca hasta el momento.

Salimos desde el polideportivo cubierto de la Cañada para empezar la ruta, en un principio, según nos explican el día de la marcha se darán 2 vueltas al circuito haciendo un total de unos 40 km. Para la previa, se dará únicamente una vuelta ya que la 2ª, es prácticamente idéntica, algo más corta, ya que se evita el único tramo peligroso de la ruta, es la zona conocida como "Despeñaperros" una bajada bastante técnica que impone a las primeras de cambio. La gran mayoría, decidimos bajarla a pie por la parte derecha para no entorpecer a los valientes que deciden hacerlo encima de sus bicis. Salvado este escollo, continuamos para enlazar con la Ruta fluvial del Turia, de sobras conocida, tras perder un poco el rumbo y tomar un camino equivocado, nos reagrupamos para abandonar la ruta fluvial y dirigirnos hacia la Vallesa, una vez pasado el puente del by-pass. Esta zona es conocida por haberla transitado en otras ocasiones, pero siempre en solitario o en compañía reducida, la experiencia de hoy es totalmente distinta a lo que estamos acostumbrados y nos hace vivirla desde otra perspectiva.

Al poco de adentrarnos en la Vallesa, recibo una llamada de casa que me hace cambiar de planes, ya que me veo obligado a regresar de manera urgente por problemas de salud familiares, lo primero es lo primero. Estos pocos kilómetros me han dado una idea de lo que puede dar de sí el recorrido, si no pasa nada, espero estar listo la semana que viene para darlo todo y vivir este mundillo de una manera distinta.

Desde aquí, agradecer a la organización todos los detalles que han tenido con nosotros y en concreto conmigo por esperarme hasta el último momento y es que han estado pendientes para que saliera todo a la perfección.

Al final, el cuenta kilómetros refleja 24 km que se suman a los ya recorridos.

¡Hasta la próxima!

viernes, 20 de agosto de 2010

VACACIONES EN COMPAÑÍA VIP

Después de unas merecidas vacaciones en lo laboral que no en lo personal, me marcho con la familia a pasar unos días de descanso a la capital de la Marina Alta como viene siendo habitual en los últimos años. La bicicleta no me acompaña por motivos de tiempo y espacio, y es que no me compensa tener que preparar el porta bicis ( hay que ver el poco uso que le estoy dando) para luego hacer, con un poco de suerte, alguna salida de 10 km y con la familia pendiente para ir a un sitio o a otro.
Aunque el tiempo no ha acompañado demasiado, ya que han habido temperaturas algo bajas y con las tormentas típicas de la zona y después de unos días de relax, me llevo una grata sorpresa. Paseando por el puerto deportivo de Dénia, me cruzo, ni más ni menos, con todo un campeón del mundo de ciclismo de fondo en carretera, Óscar Freire, después de la impresión inicial, decido acercarme a él y no dejar pasar la oportunidad para pedirle una fotografía juntos, ya que la ocasión lo merece y está al alcance de muy pocos. Me sorprendió mucho ya que en un tono distendido aceptó, demostrando un gran sentido del humor, me despido de él sin querer aprovecharme de las circunstancias y dejarlo descansar de sus también merecidas vacaciones.



Poco más que contar en mi breve estancia en tierras alicantinas.

¡ Hasta la próxima !

domingo, 8 de agosto de 2010

ESTRENO EN LA CALDERONA

Casi sin esperarlo y por sorpresa, se me presenta la oportunidad, de un día para otro de descubrir una ruta que hace días mencionaba en este mismo blog, las Antenas del Picayo. Quién me iba a decir a mí, que llegaría a ascender hasta allí.

Aunque a decir verdad, la experiencia fué muy dura, estoy contento por el resultado final. Cuando me avisaron para la excursión, yo tenía planeada una rutilla de las de andar por casa, pero nada comparada con "la madre de las batallas" y es que hacía mucho que la Calderona me tentaba aunque consciente de mis limitaciones siempre había aplazado tan ansiado encuentro.

Cuando recibí el sms para la convocatoria, tuve que leerlo un par de veces para confirmar que estaba en lo cierto y que no me engañaba la vista. Por fin, había llegado el día, un día para marcar en el calendario.


Aprovechando que es el primer día de vacaciones y con los ánimos y las pilas cargados a tope, me levanto temprano, incluso antes de lo habitual para tenerlo todo preparado. Un error que repito una y otra vez, no dejar la bicicleta en condiciones de una vez para la siguiente. Y es que deberíamos ser conscientes de la importancia de estos temas para evitar sorpresas desagradables de última hora.


Nos citamos a las 8:30 h en Foios, lugar de partida para la batalla. Con sorpresa descubro que vamos a ser 4 los participantes en tan señalada jornada, cuatro bikers que a esas horas no sabíamos a lo que nos íbamos a enfrentar. David, compañero infatigable de batallas y el cual ya ha aparecido en otras ocasiones en este blog, hace de guía ya que ha investigado previamente la zona, sí lo sabía pero se guarda algún que otro secreto en la manga. Los otros dos sufridores de la jornada son Héctor y Jose, Héctor ha salido en alguna ocasión con nosotros y nos ha demostrado su pericia en cuanto a descensos y velocidad se refiere y es que lo lleva en la sangre, las cicatrices lo demuestran. Por otra parte, Jose compañero de trabajo de David y amigo de ambos a diferencia de los demás, no es un habitual de las 2 ruedas y que se apunte a semejante reto, dice mucho de él y es que también lo dió todo encima de la bici.


Salimos sobre el tiempo previsto y enlazamos con el carril bici que atraviesa los diferentes pueblos de l'Horta Nord y que conforman lo que antiguamente se conocía por "Carretera Vieja de Barcelona" y el cual hemos transitado en todas las ocasiones que hemos partido de esta localidad. Nos dirigimos al Norte, con la vista puesta en el Picayo, y es que debido a su altitud, destaca a lo largo de los kilómetros, no le quitaré ojo hasta encontrarnos a sus pies. El ritmo es rápido y la media es de las más altas que recuerdo, el trabajo con la bici estática y la frecuencia de las salidas parece que está dando su fruto y es que llevamos un ritmo de 25 km/h, eso sí en llano. Se demuestra también la importancia de salir en grupo dónde tiran unos y otros y el esfuerzo es compartido. Me quedo a la cola del grupo y me dedico a hacer un book de la excursión ya que la ocasión lo merece.

Una vez llegamos a la población de Puzol y la atravesamos, empiezan las hostilidades, llegando a la salida del núcleo urbano, nos encontramos con unas obras que cortan el camino hacia la urbanización por dónde se accede a la pista que asciende hacia las antenas, preguntando a los operarios, nos indican que el camino está cortado y debemos dar un pequeño rodeo para alcanzar dicha urbanización, dicho y hecho, circulamos paralelos a la autovía y nos dirigimos hacia el Casino de Monte Picayo, hoy por hoy cerrado, a partir de aquí el ritmo baja escandalosamente porque el terreno empieza a picar hacia arriba y la alegría y velocidad inicial se van esfumando poco a poco.

Levantando la vista, podemos divisar nuestra meta que queda aún muy lejana, el problema es el desnivel que se tiene que salvar en tan pocos kilométros, lo que descubriremos sólo un poco más tarde. Finalmente accedemos al camino que enlaza con la urbanización dónde nos desviamos y observamos que aunque es cierto que el acceso está cortado, este es para vehículos, nosotros podemos atravesarlo con relativa facilidad accediendo a través de los campos vecinos y saltando las vallas. Después de esta simpática anécdota nos encontramos en la urbanización Alfinach a los pies de la montaña, todo aparentemente normal sino fuera porque el desnivel de algún tramo nos deja sin respiración nada más empezar, tras recuperar el aliento, giramos una curva a la izquierda dónde nos encontramos con un mazazo, rampa de unos 200 metros con una pendiente imposible de calificar, el plato pequeño no es capaz de salvarme de mi primer pie a tierra de la jornada, el pulsómetro se me dispara hasta las 210 ppm y la sensatez me indica que es mejor parar que pagar el esfuerzo.
Al llegar arriba y tras salvar una valla, llegamos a lo que es la subida a las Antenas en sí, tras un breve trozo asfaltado, la pista se convierte en tramos de tierra con piedra suelta, la parte izquierda no está acondicionada puesto que por obras para la instalación de red eléctrica, deja al descubierto en algunos tramos la piedra descarnada, acercándonos peligrosamente a un barranco bastante profundo.



Después de ir tan al límite, no me da tiempo a recuperar y a partir de aquí son muchas las veces que tengo que parar para subir algún que otro tramo a pie, los repechos son duros y los esfuerzos realizados se pagan. Cada uno sube a su ritmo y no puede ser de otra manera, los que tienen más nivel no deben parar su ascensión por esperar ya que una vez cogido el ritmo de subida no debe perderse, una vez más se pone de manifiesto la importancia de conocer el terreno para saber cuando tomar un respiro o dónde apretar los dientes para salvar un último repecho.

A medio camino nos encontramos con 3 bikers más madrugadores que nosotros y que ya han llegado a la cima para luego descenderla a una velocidad de vértigo. Un poco después, David nos anuncia la llegada del reto, imposible, del día. Llegamos al repecho por excelencia de esta ascensión, sin duda alguna, una rampa con un desnivel del todo imposible y bautizada con acierto como "El Muro", aunque algunos puedan subirlo sin parar, mi estado de forma no me lo permite. El camino vuelve a estar asfaltado porque ni siquiera un vehículo a motor podría subirlo de no ser todo terreno y tracción 4x4, no sabría calcular la distancia total y es que se hace eterno y duro, incluso subiendo andando como es mi caso.




Las antenas se divisan un poco más cerca pero todavía queda algo por subir. Continuamos el ascenso y tras un breve descanso en una zona de pendiente más asequible, se inicia de nuevo la ascensión, volvemos con ganas en una rampa que parece la última, a mitad de la misma, a mano izquierda hay unas flores y una foto de un chico con una dedicatoria, lo que debería hacernos recapacitar sobre las prioridades en la vida.



El camino se hace eterno y las rampas se suceden, no terminando nunca. Después de unas cuantas curvas, las antenas aparecen tras un último esfuerzo. Parece mentira haberlo logrado, personalmente creí que no lo conseguiría. Nos dirigimos a un mirador cercano coronado por una cruz y algo alejado de las antenas para disfrutar del paisaje y coger fuerzas ya que al menos hoy, nos lo hemos merecido. Las vistas son excepcionales y se puede divisar toda la costa, con el mar al fondo, la población de Sagunto y a nuestras espaldas, los incontables picos que pueblan la Sierra Calderona, inmumerables pistas y senderos para explorar.





Tras reponer fuerzas y sacar algunas fotos coincidimos con un biker recién llegado que nos da algunas indicaciones para próximas rutas. La zona por la que hemos subido desde Puzol es la más dura, desde Gilet hay otra opción que tiene rampas mucho más asequibles y que se úne a la variante de Puzol en el último tramo de ascenso.



Después de darle las gracias y despedirnos, comenzamos el descenso que se antoja cortísimo en relación al tiempo empleado en la subida, en menos de 5 minutos y con velocidades cercanas a los 50 km/h, nos encontramos nuevamente en la urbanización a los pies de la montaña, desde aquí atravesamos la población de Puzol para coger el carril bici y con un ritmo más tranquilo llegar a nuestro destino.

Esta vez han sido menos kilómetros que las últimas veces, pero la exigencia física no es comparable con nada conocido hasta el momento, en total algo menos de 40 km que se suman a los ya recorridos. Un placer compartir semejante ruta en compañía, ahora toca repetir y cuanto antes, mejor.

¡ Hasta la próxima !

lunes, 2 de agosto de 2010

KILÓMETROS PENDIENTES

Una vez más, la Ruta Fluvial del Turia me ayuda a liberar tensiones y aunque nos llenamos de polvo y nos hace pasar calor, volvemos una vez más a rodar sobre ella. Hoy me decido a continuar más allá de Ribarroja y llego a Vilamarxant. Era una deuda pendiente.

Han sido muchas las veces que he intentado continuar la Ruta Fluvial hasta el final pero siempre ha habido algún motivo que lo ha impedido, normalmente ha sido la falta de tiempo. Hoy me decido a continuar y conocer ese tramo de la ruta. Poco después de Ribarroja me úno a otro biker que pedalea con su hijo y que va en la misma dirección. A pesar de no haber mucha distancia entre ambas poblaciones, el hecho de ser una zona completamente nueva para mí, hace que disfrute de estos kilómetros.

En esta época del año, hay muchas zonas del río frecuentadas por gente para darse un chapuzón y aliviar los calores del verano. En un remanso del río y con el pueblo de Vilamarxant muy cerca, hay un grupo de gente, dándose un baño a los que preguntamos el camino ya que hay una bifurcación desde dónde salen varias opciones, cuando nos indican la dirección correcta, nos separamos ya que mi meta es Vilamarxant para volver después a casa, mis compañeros de ruta continúan algo más para explorar la zona.

El total de kilómetros ronda los 45 aunque no puedo descargar el itinerario de la ruta porque la batería del móvil se agota antes de llegar a casa. Excelente razón para volver a repetir la ruta y es que hay que buscar cualquier excusa para aprovechar y salir a estirar las piernas y hacer algunas fotos puesto que tampoco llevaba la cámara encima.

¡ Hasta la próxima !

lunes, 26 de julio de 2010

RECORDANDO VIEJOS TIEMPOS

Esta vez y para variar la costumbre, rodamos por la ruta fluvial del Turia pero en dirección contraria, sentido Valencia. El paisaje cambia a lo que estamos habituados y es que cuánto más nos acercamos a la capital los campos de cultivo van desapareciendo poco a poco y los edificios se van acercando cada vez más. La ruta desemboca en el Parque de Cabecera en el término de Mislata, muy cerca del Biopark.

Una vez nos adentramos en el parque de cabecera, continuamos por el viejo cauce del río en dirección a la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Hace años utilizaba esta conexión con la capital ya que era una de las pocas zonas que permitían salir relativamente seguro y sin el peligro constante del tráfico. Toda la zona es muy visitada por turistas y foráneos, ya que forma parte del recorrido turístico de la ciudad. Continuamos pedaleando por la zona y nos dirigimos hacia la zona de la Universidad Politécnica, desde dónde enlazamos con la Ronda Norte para evitar volver a casa por el mismo camino, aprovechando para descubrir nuevas rutas al regresar hasta el punto de partida.



A veces, es conveniente salir de lo habitual para disfrutar de paisajes tan cercanos como desconocidos. Espero poder seguir haciéndolo de manera frecuente.

De momento, sumamos 30 km más en nuestra cuenta.





¡ Hasta la próxima !