Quiero probarme para comprobar como ando de mis problemillas de salud y contando con que el resto tampoco se encuentra en su mejor momento, nos decidimos por una ruta sencilla y rodadora sin ninguna dificultad técnica y poca exigencia física.
La predicción del tiempo es muy buena y aunque estamos en febrero, Jose y Héctor se deciden a salir en manga corta, mientras otros frioleros como yo, vamos todavía con varias capas de ropa.
La ruta empieza en Foios y el objetivo es llegar hasta la capital del Camp de Morvedre, Sagunto y si es posible y tenemos tiempo, subir hasta el castillo que se sitúa en la parte norte del municipio.
Tras solucionar un contratiempo con el anclaje al manillar de la cámara de vídeo, emprendemos la marcha a la hora prevista y tomamos una vía de servicio paralela a la carretera para evitar, en lo posible, los escasos vehículos que a estas horas circulan y nos desvíamos hacia Massalfassar, atravesamos la población y buscamos la V-21 para rodar a lo largo de la costa por un itinerario ya recorrido en otras ocasiones.
La jornada discurre plácidamente con algunas paradas para tomar algunas fotos a pie de playa y poco más. Atravesamos la Marjal dels Moros y tomando como referencia el castillo de Sagunto nos dirigimos hacia allí por caminos rurales y polígonos industriales totalmente desiertos en esta soleada mañana de domingo. Tras algunas dudas e indecisiones sobre el camino a seguir y después de consultar con algún lugareño, tomamos la dirección correcta, encontrándonos a los pocos kilómetros con unas vallas que cierran los accesos al tráfico. Viendo la hora que es, decidimos recobrar fuerzas a base de bocadillos y algo más y dejar para otro día el ascenso al castillo.
A pesar de verse tan cerca, calculamos que nos llevará media hora como mínimo para llegar y otro tanto para la vuelta y compromisos dominicales del grupo, nos hacen aplazar la intentona para una próxima cita.
Después del almuerzo y tras la anécdota fotográfica de la jornada, tomamos el camino de vuelta y nos dirigimos de nuevo al punto de partida. Intentando evitar al máximo las carreteras más transitadas, enlazamos con un tramo de la carretera CV-309 que úne el Puerto de Sagunto con Puzol y que cuenta con carril bici para tomar rápidamente el desvío a la vía de servicio que discurre paralela a la V-21 y hacer todo el camino de vuelta, esta vez a la inversa.
Llegamos al destino sobre el horario previsto y nos despedimos hasta la próxima con la ascensión al castillo en mente.
En total, casi 50 km para sumar a nuestra cuenta. Momento de empezar a pensar en superar dicha barrera de manera habitual ya que por fin, parece que vamos recuperando las buenas sensaciones y con el permiso del invierno, la llegada de la primavera y las ganas de salir a rodar con buen tiempo se multiplican por 100.
¡ Hasta la próxima !
