lunes, 25 de octubre de 2010

LA CALDERONA EN GRUPO

Después de alguna que otra duda de última hora, decidimos nuestra ruta para este fin de semana y dar a conocer la Calderona a aquellos que todavía no conocen esas pistas de interminables pendientes y sus espectaculares vistas.

En esta ocasión convencemos a unos cuantos amigos y conseguimos ser un grupo considerable para lo que estamos acostumbrados (David, Héctor, Raúl, Jesús, Javi, Emilio y yo mismo). Decidimos encontrarnos a mitad de camino para aprovechar el tiempo al máximo y preocuparnos de dar pedales que es lo que toca. Cuando llegamos al punto inicial de la ruta y una vez hechas las presentaciones , nos encontramos, como viene siendo habitual, un gran número de coches ocupando los distintos aparcamientos habilitados en la zona.
Sin apenas calentar, una vez más, nos encaminamos hacia el inicio de la ruta en sí. El tiempo nos ha dado algo de tregua y aunque es fresco, no lo es tanto como esperábamos y aunque vamos preparados, no utilizamos toda la ropa de abrigo prevista. Sabiendo que el primer kilómetro es asequible, aprovechamos para comentar un poco el perfil de la ruta y las peculiaridades de la misma ya que de los 7 bikers, únicamente 3 hemos rodado por aquí. Una vez puestos en antecedentes, el grupo se va estirando y cada uno va acoplándose al ritmo que más le conviene y con el que va más cómodo. Después de mi primera experiencia, voy dosificando para tratar si no mejorar el tiempo, si al menos llegar más desahogado a la cima de Rebalsadors.

En el día de hoy no coincidimos con tanta gente como la última vez y avanzamos a buen ritmo mientras van pasando los primeros kilómetros.

Una vez entrados en calor, incrementamos el ritmo en los sitios con menos pendiente y sufrimos en 2 ó 3 repechos con un desnivel importante y que con los kilómetros se hacen más que patentes. Tras unas paradas de reagrupamiento, decido quedarme a esperar a Héctor, compañero de fatigas y que nos acompaña ocasionalmente para indicarle el camino correcto en los desvíos que restan para llegar, mientras animo al resto a seguir ya que llevan buen ritmo. Tras comer algo y reponer líquidos, continuamos ascendiendo en solitario para encarar el último tramo de ascenso, quizás el más duro y complicado por su dificultad y por el cansancio acumulado.

Después de mi anterior experiencia, afronto estos metros con determinación, y es que la última vez me hicieron sufrir de lo lindo y al final acabé por poner pie a tierra, ya que a pesar del esfuerzo realizado no pude superarlos encima de la bici. Esta vez y no sin mucho sacrificio, logro superar esa rampa y satisfecho, continúo para unirme a mis compañeros que nos esperan en el mirador de Rebalsadors.
Una vez unido el grupo y tras las fotos de rigor, nos encaminamos de vuelta ya que el tiempo apremia y urge volver a casa lo antes posible.

Tras abrigarnos un poco y revisar las suspensiones y la presión de aire en las ruedas, nos preparamos para afrontar la vuelta. El descenso al igual que en la ocasión anterior, lo hacemos en poco más de 15 minutos cuando la subida y según el cuentakilómetros han sido casi 2 horas. El ritmo es muy rápido y los que conocemos el recorrido, vamos advirtiendo de las zonas más comprometidas. En el día de hoy, también consigo bajar más cómodo y con menos complicaciones de las esperadas, incluso la velocidad es más alta, también hay que tener en cuenta que llevo por delante a un par de tíos a los que le gusta el lado más oscuro del Mountain Bike con lo cual intento seguir sus trazadas y dejarme llevar mientras aprendo cosas nuevas. Finalmente, descendemos hasta el aparcamiento y damos por finalizada la ruta con la intención de repetir en breve.

Objetivo conseguido, mejoramos nuestro tiempo, buenas sensaciones y pasamos una agradable jornada, disfrutando de nuestra pasión sobre 2 ruedas.



¡ Hasta la próxima !

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