Un año más aprovechamos las
vacaciones para buscar un hueco y hacer alguna ruta por los alrededores del camping Ribamar en plena Serra d'Irta. En
esta ocasión el tiempo nos ha acompañado, a diferencia de otros años y no hemos tenido ningún
problema, así que no tenemos excusa para vestirnos de corto y rodar
por los alrededores de nuestra “Base de operaciones”.
Ruta 1:
Ribamar - Capicorb - Torreblanca - Oropesa: 56 km
Esta ruta quedó pendiente en el tintero el año pasado por culpa del mal tiempo y este año no quería
que me volviera a pasar, así que el 2º día decido no posponerlo más. La ida se realiza por la pista de acceso desde el camping a Alcossebre, cruzo el pueblo temprano aunque ya son numerosos los grupos de gente que salen a hacer ejercicio a esas horas de la mañana, haciendo del paseo
marítimo una zona muy concurrida. Atravesamos el pueblo y nos
dirigimos hacia Capicorb, siempre paralelos a la costa. El olor del mar característico va despertando nuestros sentidos algo adormilados a estas horas.
Avanzamos a buen ritmo
y conseguimos una media bastante alta, así que me planteo alargar un
poco la ruta para aprovechar el día. Sigo avanzando por carreteras
secundarias salpicadas de masías abandonadas y me planto en
Torreblanca sin apenas darme cuenta. Llego al camping Torrenostra
sede del Centre BTT Costa del Azahar y empiezo a atravesar el Parque
Natural Prat de Cabanes - Torreblanca, debido a la multitud de
caminos que aparecen por todas direcciones, tengo que refrescar la memoria para
tratar de no equivocarme y seguir la dirección correcta.
En uno
de los caminos y tras algún cruce que me hace dudar, me encuentro con
Javier, biker de Bilbao que está de vacaciones por la zona, después
de las presentaciones empezamos a hablar y se ofrece a acompañarme
hasta mi punto de destino, afortunadamente se dirige a Oropesa con lo
que me despreocupo de tomar puntos de referencia. Me explica
que aunque hay muchos desvíos diferentes, todos se dirigen hacia el
mismo sitio y tomando como referencia la playa, dejándola a la
izquierda no hay problema. Entre anécdotas nos plantamos en la
puerta del camping Torre la Sal 2, destino final de la ruta. Me despido
de Javier, dándole las gracias y busco algo de sombra para comer
algo. A estas horas la entrada del camping es un hervidero de gente con idas y
venidas de coches, caravanas, bicicletas... Es lo que tiene el mes de
agosto.
Se hace tarde y el sol calienta desde hace rato, así que me pongo las pilas y vuelvo rápidamente con intención de
llegar a tiempo para el baño matinal con toda la familia. Una vez
alcanzado Alcossebre, me dirijo esta vez por la ruta de las calas
hacia mi punto de destino.
Aprovecho para resumir en un vídeo la belleza de los diferentes rincones y calas que dan nombre a esta ruta y que van apareciendo cada pocos metros a lo largo de la costa.
Aprovecho para resumir en un vídeo la belleza de los diferentes rincones y calas que dan nombre a esta ruta y que van apareciendo cada pocos metros a lo largo de la costa.
Track de la ruta en Wikiloc |
Ruta 2:
Ribamar - Torre Badum: 25 km
Una vez más se cumple que los planes previstos son demasiados para tan pocos días. Aunque finalmente aprovechamos
el buen tiempo reinante y alargamos nuestra estancia un par de días, una semana no es suficiente para cumplir con la agenda deportiva y tras 2 días de rutas
de senderismo me encuentro con que mi estancia se está acabando y no he
vuelto a salir en bici.
Decido hacerlo el penúltimo día y
busco alguna alternativa interesante pero que no me haga invertir demasiado tiempo a la vez que divertida. La opción es clara, me decido por
seguir la Ruta del Cranc que recorre por pista las diferentes calas
de aguas cristalinas de los términos de Alcossebre y Peñíscola hasta alcanzar Torre Badum. La ruta de hoy es corta pero sé que no me defraudará.
La pista principal suele estar concurrida ya que es la ruta que une ambas localidades y son muchos los aficionados a diferentes actividades deportivas que se dan cita aquí para poder disfrutar de ellas, senderistas, runners y bikers compartimos trayecto. Se circula muy cerca de la costa, en ocasiones, en algunos tramos el oleaje llega a salpicar lo que es de agradecer cuando el astro rey calienta de lo lindo. La ida se hace corta ya que abundan los tramos de bajada y en un abrir y cerrar de ojos, vamos dejando atrás las diferentes calas. Después de la Platja del Pebret, divisamos a lo lejos la Torre, objetivo del día. Para salvar el desnivel, la pista de tierra se transforma en cemento y unas curvas en "Z" nos hacen apretar los dientes en el último tramo y retorcernos sobre el manillar para alcanzar nuestro destino .
Desde aquí, disfrutamos de las maravillosas vistas panorámicas que se ven tanto a un lado como a otro y disfrutar sobre todo de la fusión del mar y la montaña con escarpados acantilados y abundante vegetación hasta dónde alcanza la vista. Después de la correspondiente parada para retomar fuerzas y hacer las fotos de rigor, vuelvo por el mismo camino para ponerme un poco a prueba, ya que tengo buenas sensaciones. Sin ser ni mucho menos un terreno complicado, si es cierto que la vuelta se hace algo más exigente. Volvemos al punto de partida con ganas de refrescarnos y divertirnos un poco en la piscina.
Con esta ruta, doy por finalizada la operación Verano 2014 deseando volver pronto para seguir explorando los alrededores.
La pista principal suele estar concurrida ya que es la ruta que une ambas localidades y son muchos los aficionados a diferentes actividades deportivas que se dan cita aquí para poder disfrutar de ellas, senderistas, runners y bikers compartimos trayecto. Se circula muy cerca de la costa, en ocasiones, en algunos tramos el oleaje llega a salpicar lo que es de agradecer cuando el astro rey calienta de lo lindo. La ida se hace corta ya que abundan los tramos de bajada y en un abrir y cerrar de ojos, vamos dejando atrás las diferentes calas. Después de la Platja del Pebret, divisamos a lo lejos la Torre, objetivo del día. Para salvar el desnivel, la pista de tierra se transforma en cemento y unas curvas en "Z" nos hacen apretar los dientes en el último tramo y retorcernos sobre el manillar para alcanzar nuestro destino .
Desde aquí, disfrutamos de las maravillosas vistas panorámicas que se ven tanto a un lado como a otro y disfrutar sobre todo de la fusión del mar y la montaña con escarpados acantilados y abundante vegetación hasta dónde alcanza la vista. Después de la correspondiente parada para retomar fuerzas y hacer las fotos de rigor, vuelvo por el mismo camino para ponerme un poco a prueba, ya que tengo buenas sensaciones. Sin ser ni mucho menos un terreno complicado, si es cierto que la vuelta se hace algo más exigente. Volvemos al punto de partida con ganas de refrescarnos y divertirnos un poco en la piscina.
Con esta ruta, doy por finalizada la operación Verano 2014 deseando volver pronto para seguir explorando los alrededores.
Galería de fotos |
¡Hasta la próxima!
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