lunes, 16 de mayo de 2011

DE CASA A LOS PIES DE LA CALDERONA

Excursión rutera saliendo desde casa hasta los pies de la Calderona.


Últimamente, el tiempo no nos da demasiadas alegrías cuando llega el fin de semana. Tras una semana con un sol de justicia y temperaturas estivales, llega el fin de semana con unas previsiones de lo más pesimistas. Mal tiempo para sábado y domingo.


Tras varios cambios de planes, al final me decido a salir como avanzadilla de la familia en una excursión de fin de semana para ir con unos amigos a la zona de Portaceli.




Tras las abundantes lluvias del sábado, mis planes de ir por una ruta ya conocida, pasan a un segundo plano ya que los caminos deben estar intransitables y decido hacer el trayecto por carretera, lo que al fin se muestra como una buena elección. Al final me llevo una sorpresa por los kilómetros resultantes, desde la puerta de casa hasta el lugar de destino, hay poco más de 20 km que cubro en una hora escasa. Es aquí cuando se aprecia la diferencia de circular por asfalto a hacerlo por montaña, dónde cualquier irregularidad del terreno te hace ralentizar mucho el ritmo.

Con una revisión y puesta a punto de mi bici pendiente, salgo de casa con la vista puesta en el cielo amenazante. La temperatura llega a los 18ºC pero la humedad es elevada, lo que refresca el ambiente más de la cuenta.

Sin tener muy claro el recorrido, comienzo a dar pedales sin rumbo marcado ya que barajo varias opciones. Finalmente dejo atrás Paterna y me dirijo hacia Bétera, atravesando primero el Polígono Fuente del Jarro, La Cañada, El Plantío, Parque Tecnológico y Mas Camarena después.


Durante todo el trayecto, el tiempo se mantiene invariable con nubes que dejan caer algunas gotas. Una vez pasado algún tramo ascendente que me hace entrar en calor, tengo que parar a abrigarme un poco puesto que al coger velocidad, la sensación de frío es mayor. Sin apenas darme cuenta, me planto en el desvío de la carretera que va desde Bétera a Olocau, dónde ya aparecen las señales que indican mi destino. Desde aquí la carretera pica ligeramente hacia arriba y son varios los ciclistas que me encuentro tanto en sentido contrario como en el mismo de la marcha.

Otra sorpresa que me llevo es al llegar al destino, al encontrar bastante más gente de la que yo esperaba y es que debido al tiempo pensé que no se habrían atrevido a salir de casa. Finalmente logro una mesa algo apartada pero libre y aprovecho para almorzar mientras espero al resto de la familia. Acabo entablando conversación con un paisano ciclista que está cambiando su rueda debido a un inoportuno pinchazo.

Mi idea inicial era continuar y hacer alguna incursión por la Calderona pero visto el panorama, decido dejarlo para otra ocasión. Finalmente y con la llegada de la familia, me decido a disfrutar del día en tan agradable compañía.


Buenas sensaciones en una ruta fácil y no muy exigente para estirar las piernas un poco.





¡ Hasta la próxima !

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