martes, 5 de abril de 2011

A CURRAR EN BICI

Como la llegada de la primavera tiene también sus cosas buenas, aprovecho la generosidad del buen tiempo y le hago un favor a mi forma física y al medio ambiente, utilizando la bici para ir a trabajar.

Son apenas 6 kilómetros los que separan mi casa del trabajo pero teniendo en cuenta que son un constante sube-baja, intento sacar el máximo rendimiento y coger la ansiada forma para los fines de semana. Dado que me resulta bastante complicado el poder compaginar el ejercicio con el trabajo y con la familia, es una buena idea aprovechar estos momentos para sacar partido de la situación.

Ni corto ni perezoso, cambio mi montura habitual por mi caduca Orbea que tantos kilómetros ha compartido conmigo y de la que guardo tan gratos recuerdos. Tiempo atrás le acoplé una silla de paseo para salir con mi hijo Iván y con mi mujer Arantxa y la sigo utilizando esporádicamente. Es ahora cuando puedo sacarle partido y aprovecho para dejar la mochila con todos los utensilios en la silla y no tener que cargarla sobre la espalda, ya que pesa lo suyo.



Las primeras sensaciones son muy raras, me he acostumbrado a las dimensiones y ángulos de mi doble y ahora ni los pedales, ni el sillín ni manillar parecen estar en la posición correcta. Además la inestabilidad es muy grande, sobre todo al ponerme de pie sobre los pedales, con lo cual tengo 2 opciones, la primera, evidente, no ponerme de pie; la segunda, dejar la silla en casa y evitar llevar más peso del necesario, creo que esta será la elegida. Después de unos días de prueba, tomaré una decisión.

Equipado con un llamativo y del todo necesario chaleco reflectante, invierto 20 minutos en llegar desde la puerta de casa a la del trabajo, tiempo casi idéntico al que empleo haciendo el trayecto en coche. Todo el recorrido es sobre asfalto, incluso carril bici. La parte menos amable es que hay que compartir espacio con coches que no suelen respetarnos demasiado.

Por unas semanas, haré el trayecto por las tardes y con la llegada del mes de mayo, confío en poder hacer lo propio también por las mañanas.

Espero que cunda el ejemplo y conseguir cumplir con mis objetivos.


¡ Hasta la próxima !

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