lunes, 21 de marzo de 2011

DOBLE RACIÓN DE VALLESA

Después de las fiestas falleras, nada mejor que una salida por la Vallesa para calmar el ansia y quitar las telarañas a la bici después de un mes en el dique seco sin darle al pedal. Sin ganas de madrugar, comienzo mi andadura en solitario con la intención de recorrer una vez más mi querida Vallesa. Sin prisas y sin agobios, salgo más tarde de lo habitual con mejor temperatura de la que hemos disfrutado en las últimas salidas.


Esta vez decido enlazar con el parque fluvial por un tramo distinto al habitual, con el fin de rodar un poco más antes de entrar en faena. El río a estas horas está bastante transitado y los primeros kilómetros los hago en compañía de más gente. El terreno más que conocido invita a acelerar el ritmo con ganas de llegar al desvío para adentrarme en los dominios de la Vallesa. Después de tantas idas y venidas, todavía sigo equivocándome de camino. Son tantas las ganas de pasar por sus sendas que cojo el primer desvío a la derecha, rápidamente me doy cuenta del error pero decido seguir para no perder más tiempo. Llego hasta la caseta de los cazadores y sigo recto hasta unirme poco después al camino principal.


Ahora sí, casi de memoria, me dejo llevar por las pistas con el objetivo de hacer el bucle que he repetido en varias ocasiones. En esta ocasión, observo que hay más piedras sueltas que otras veces, supongo que debido a las lluvias de los últimos días y extremo la precaución. En las zonas llanas, el agua se acumula y da lugar a charcos con gran cantidad de barro... el sueño de cualquier biker, contacto directo 100% con la Naturaleza. Atravieso los charcos, salpicando barro por todas partes, la bici se encuentra en su hábitat natural como pez en el agua, o sea, rebozada en el pegajoso elemento, y lo que se disfruta...!


Aprovechando que llevo conmigo la cámara, decido dar una 1ª vuelta para reconocer el terreno y tras parar a recobrar fuerzas, doy una 2ª vuelta grabando algunas imágenes de los tramos más divertidos. Después de este último bucle y viendo la hora, decido regresar a casa, pasando por el también clásico Mirador sobre la Presa, mientras disfruto con sus rápidas y divertidas trialeras. Alcanzo el by-pass y en el cruce, decido regresar por la variante de Despeñaperros con el fin de realizar, hoy sí, la bajada completa y si ningún contratiempo... ¡Objetivo cumplido! Me dirijo hacia mi punto de destino, contento por las sensaciones vividas y con el tiempo suficiente para dar un buen baño a mi "Lado Oscuro” ya que hoy se lo ha ganado por méritos propios. Mi hijo Iván me acompaña en tan gratificante labor y así doy por finalizada esta jornada post-fallera con casi 30 km más en mi haber. Espero que esta primavera, nos brinde la oportunidad de disfrutar más de este nuestro deporte favorito con varios objetivos en mente y algunas novedades. Ojalá podamos enlazar varias salidas seguidas y volver a coger algo de ritmo con la llegada del buen tiempo.

¡Hasta la próxima!







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