Para salir un poco de la rutina y conocer otras rutas, este fin de semana salimos por la comarca de L'Horta Nord, nada tiene que ver con lo conocido hasta ahora. Nos olvidamos de las sendas, pistas y demás y nos marcamos unos kilómetros por asfalto, con el fin de coger algo de fondo y de ritmo para el largo invierno que se nos presenta.
En esta ocasión tenemos que cargar la bici en el coche, ya no sólo por la distancia en kilómetros que nos separan desde casa hasta el inicio de la ruta, sino también por la mala comunicación entre una localidad y otra.
Empezamos mirando al cielo por la posibilidad de lluvia, parece que aguantará aunque la previsión no es todo lo buena que desearíamos. En las fechas que estamos, no podemos pedir más. Cargo la bici en el coche, abatiendo los asientos y colocando la bicicleta (Echo de menos el portabicis trasero pero sin la correspondiente placa V20, no quiero arriesgarme a la multa de turno) y salgo hacia Foios, población donde vive mi compañero de fatigas David.
Una vez aquí y con todo preparado (un pequeño ajuste en las bielas y el pedalier de la bici de David y listos), decidimos la mejor opción de la ruta con el handicap de no volver muy tarde porque el tiempo no pinta nada bien. Decidimos salir por los pueblos de la zona a ritmo tranquilo y por asfalto.
Cogemos la salida norte de la población, atravesando su polígono industrial, hasta llegar a la ronda que evita pasar por el medio de las poblaciones vecinas. Contamos con un carril bici nuevo y con la anchura suficiente para que se pueda circular en paralelo y con más anchura para el paso de peatones, ojalá se contarán con más kilómetros de carril bici como este para su disfrute. (Algunos deberían tomar nota)
Aproximadamente en el kilómetro 3,5 tomamos un desvío a la derecha en una rotonda y nos dirigimos hacia Massalfasar, dónde atravesamos la población entre anécdotas vividas sobre las 2 ruedas. Después de unas risas, nos encaminamos hacia el Polígono Industrial de Albuixech, desierto en la mañana de Domingo por donde pasamos sin problemas y circulamos paralelos a la autovía hasta llegar a la pasarela peatonal que nos cruzará al otro lado de la misma para coger el sentido contrario.
Nada más cruzar la pasarela, nos encontramos con el primer inconveniente de la jornada, la bici de David tiene un problema en la cadena, lo que nos obliga a parar para solucionarlo. Sin saber el motivo, la cadena se ha salido del sitio y se ha enganchado entre el plato mediano y el pequeño y no hay manera de que salga, contando con que estamos junto a Port Saplaya aprovechamos la parada técnica para coger fuerzas.
Salimos de nuevo y continuamos paralelos a la autovía, con las últimas lluvias ha quedado muy embarrado y al momento nos damos cuenta que quizás no era la mejor opción pero hay que continuar paralelos a la playa. Abandonamos el barro y salimos por la vía de servicio que nos lleva hasta la Playa de Pobla de Farnals. Nos dirigimos hacia el paseo marítimo y allí nos encontramos con una concentración de moteros haciendo algo de ruido para hacerse notar. Siempre paralelos a la costa, llegamos hasta la playa del Puig, vamos alternando el asfalto con arena de la playa que hace difícil avanzar, con el añadido del fuerte viento que se ha girado y que en la misma línea de playa se hace más patente.
Aprovechamos el momento para hacer unas fotos y emprender el camino de vuelta, las nubes en el cielo, hacen presagiar un chaparrón y aunque no hay muchos kilómetros de vuelta no apetece mojarse. El camino de vuelta se hace más corto, puesto que es casi en su totalidad por asfalto y entre batallas y batallas llegamos de nuevo hasta el carril bici que nos llevará de nuevo hasta nuestro punto de inicio de la ruta en Foios.
El cuentakilómetros marca 38 km. ¡ No está mal !
¡ Hasta la próxima !
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